In Sin categoría

La crueldad puede ser exquisita

Cuando hojeé la novela «La crueldad puede ser exquisita» me llamó especialmente la atención, por el propio título, por la portada y por la primera parte: la mujer diosa. Sin conocer mucho más, quedaba clara la temática: una novela ambientada en el contexto del BDSM (Bondage, Dominación/Disciplina, Sumisión/Sadismo, Masoquismo). El tema me interesa y, además, le añade un aspecto que echo en falta en algunas novelas eróticas de este tipo: la mujer adoptando el papel dominante.

«La crueldad puede ser exquisita» (edicions Bellaterra, 2014) es la primera novela publicada del escritor Arturo Roca. Hay quien podría pensar que se trata de otra ficción más ambientada en los juegos de la dominación/sumisión. El propio autor me comenta que «sí, el BDSM está de moda, aunque aquellos que lo conocemos y seguimos desde hace años no precisamos que lo esté. Es una filosofía de vida que engancha y por eso parece que ahora y a partir de la publicación de la famosa trilogía, ha dominado todas las facetas de la vida.» Efectivamente, en «La crueldad puede ser exquisita» el BDSM no se limita a un juego sexual, sino que se plantea como un estilo de vida, es decir, los roles de dominante y sumiso se adoptan 24/7 (24 horas al día, 7 días a la semana). ¿Es posible mantener una relación de este tipo? Según Arturo, «estoy plenamente convencido que es posible vivir de manera que los esquemas vitales principales del Bdsm sean factibles, llevable a la práctica y plenos, aunque si analizáramos algunas de éstas relaciones advertiríamos que no son completamente parecidas unas a otras ya que cada pareja o grupo las mantiene con sus propias características».

La protagonista de la historia es Patricia Tregnant, una mujer con gran magnetismo: exitosa, fuerte, segura, dominante en todos los aspectos de su vida… Genera influencia y admiración allá por donde va. Tiene varios sumisos que la adoran incondicionalmente. Y vive rodeada de lujo. En muchas de las novelas o películas de esta temática, el lujo, el dinero, el poder aparecen como una característica inherente al BDSM. De esta manera se está creando, si no lo está ya, un estereotipo de que este tipo de juegos se practican entre gente poderosa y acaudalada. Al respecto, el escritor opina «en esta novela no quería huir de ese teórico estereotipo del lujo, porque deseaba introducir el concepto de que para dominar es preciso poseer poder, puesto que no es nada sencillo que una persona con ingresos económicos limitados pueda ejercerlo sobre otros, por tanto una cierta autonomía económica es necesaria y además, el lujo siempre llama la atención, no especialmente a mí, pero sí en general y yo en esta novela siempre pretendí lo mismo que en todas las que escribo, que la lea el máximo de gente, sean o no afines al Bdsm, por tanto incluí muchos más elementos que los estrictos de ese mundo.»

Quienes sean muy visuales disfrutarán de los pasajes más sadomasoquistas. Es fácil imaginarse los juegos y prácticas que describe el autor: cepos, cinturones de castidad, cadenas, bondage, dildos, látigos, fustas, potros de castigo, pinzas… todo ello aparece, y bien usado, en la novela. Especial protagonismo tienen los cepos, no solo en el aspecto más literal, sino como metáfora de aquello que ata, esa losa (visible o no, consciente o no) que muchos llevan encima y que soportan diariamente.

En «La crueldad puede ser exquisita» conocemos a los personajes que forman parte de la vida de Patricia y se plantean cuestiones que, al finalizar el libro, quedan en el aire. Me confirma Arturo que hay una segunda parte de la que no puede avanzar mucho. «Pero va a ser todavía más impactante que la primera o eso espero. Para ello me estoy esmerando, para que se cumplan los tres objetivos con los que siempre trabajo mientras construyo una novela: entretener al lector con la historia, emocionarlo a través de los personajes y sus circunstancias y deslizar con mucha sutileza un cierto nivel de crítica social, para ayudar a pensar que nada es totalmente cierto ni falso, que existen los grises y en ellos se aprovechan los poderosos para dominar a los menos afortunados».

Una frase extraída del libro dice «había elegido un nuevo camino para ser feliz: pertenecer a otro ser humano para servirlo y amarlo y hacerle la vida más placentera». Patricia tiene en propiedad, cual objetos, a otras personas que, felices y gustosas, aceptan ese estilo de vida. Es una decisión libre y consensuada por todas las partes, un tipo de relación que, en el momento que se precise, se puede romper. Hay algunos cepos, de esos que llevamos diariamente, que no cumplen esas características. Eso sostiene la novela, así plantea un estilo de vida BDSM.

Recommended Posts
Showing 0 comments
  • Rafael
    Responder

    Bueno parece interesante. Porque desde la trilogía, todos parecen haberse subido al carro con mas o menos fortuna.
    Desde luego el listón de las sombras era bien bajo.
    Me gusta esa idea de ver a la mujer como Diosa, encarnando los valores de la vida, de la tierra, de la fecundidad… De la creatividad, de la magia, de la belleza.
    ¡Cuan necesitados estamos de impregnar nuestro mundo machista de matriarcado!
    Salu2.

    • Arola Poch
      Responder

      Gracias por tu comentario, Rafael. El libro no tiene nada que ver con la trilogía, ni en su planteamiento ni en como se describe el BDSM. No sé si es matriarcado lo que necesitamos, pero un poco menos de machismo no vendría mal 😉 Saludos!

pingbacks / trackbacks

Dejar un comentario