In Sin categoría

20160804_arola_0630_peqVoy a empezar este artículo con un símil. Comparemos un viaje con un acto sexual. ¿Verdad que también disfrutamos a tope cuando estamos preparándolo? Comprando los billetes, mirando rutas, escogiendo qué vamos a visitar, maravillándonos de todo lo que vamos a descubrir. Pues hoy me apetece escribir sobre eso, sobre el flirteo.

Flirtear, que bonita palabra. Se define como “mantener una relación amorosa superficial, sin que suponga compromiso alguno”. Coquetear, tontear, ligar. Es una fase previa del encuentro sexual altamente estimulante, porque nos alegra y nos hace imaginar. Que conste que no me estoy refiriendo a ese manido ¿estudias o trabajas?. Pienso más bien en miradas, sonrisas, un acercamiento leve, un guiño inteligente, un halago sutil.

Un flirteo elegante puede ser comparable a un polvo. Obviamente diferente, pero altamente excitante en ambos casos. Me parece que a veces no damos la suficiente importancia a todas las fases de un encuentro sexual. Nos centramos en el sexo, cuando tan importante es disfrutar de Costa Rica como de planear la excursión por la selva, porque todo forma parte del viaje. Es más, creo que deberíamos considerar el flirteo como un objetivo en sí mismo, jugar al coqueteo sin expectativa de nada. Resultaría muy divertido y lo valoraríamos mucho más. Vale, sí, reconozco que aquí el símil del viaje se me queda algo corto, pero, en definitiva, tan bonito es el resultado como el proceso que hemos seguido para llegar a él.

Pero (tenía que haber un pero) esta acción de ligar se ve muy perjudicada por los roles de género. A los hombres se les enseña que han de ser activos, directos, a no aceptar un primer no. Las mujeres debemos ser discretas, no llevar la iniciativa, ser sutiles, no decir sí a la primera de cambio. Malditos estereotipos. Esos mismos que alimentan ciertos consejos de supuestos “expertos” en el arte de ligar que lo único que hacen es perpetuar una visión machista de la sociedad y las relaciones. Y lo peor, es que hay mucha gente que se los creen y les dan pábulo.

Qué fantástico sería que cada uno pudiera comportarse libremente según se sintiera más cómodo. Que nadie “tuviera” que adaptarse a un determinado rol. Algunos me diréis: “yo hace tiempo que actúo como soy y no me importa qué dirán”. ¿Seguro que no hay ningún condicionante por ahí? ¿Ni por tu parte ni por lo que esperas del otro/a? Felicidades entonces. Pero me gustaría ver la cara de muchos ante una mujer que claramente les diga “sí, vamos a mi casa a follar”. Apuesto algo a que algunos no reaccionarían y a otros les entraría la risa floja. Quizás un tercer grupo se pondría tan nervioso ante una mujer segura que la inseguridad caería de su parte. Eso sí, también habrá los que valorarán a esa mujer. Como habrá mujeres que apreciarán a ese hombre tímido al que han tenido que entrar ellas porque si no la cosa no avanzaba.

Algún día haré ese experimento y adoptaré un rol inesperado en el bonito arte de ligar. No dudéis que os contaré los resultados.

Recommended Posts
Showing 0 comments
  • pedro rebollo
    Responder

    Grande y genial como siempre arola,yo creo que cada vez hay menos estereotipos,creo que flirteo si existe y es excitante al menos para mi,y la iniciativa no creo tenga que ver con hombres o mujeres sino en la persona,a mi una chica en su día me dijo que le gustaba y quería follar conmigo y no me sorprendió para nada,es la libertad de cada uno a disfrutar del sexo y de la vida como uno quiera o desee,yo por ejemplo disfruto mucho siguiendote y aprendiendo contigo arola,y de filtrear contigo cuando compartes una foto en las redes y te mando un mensaje bonito y cariñoso,hay que disfrutar de la vida al máximo,por ejemplo leyendo el blog de arola poch,es muy excitante y enriquecedor,gracias arola

    • Arola Poch
      Responder

      ¡Muchas gracias, Pedro! El final de tu comentario me ha emocionado, de verdad. Ojalá más gente tuviera la mentalidad abierta que tienes tú. Muchas gracias por seguirme, leerme y tu bonitas palabras. MUACKS.

  • jackchatterley
    Responder

    Si se produce el hecho casi milagroso de decirme una mujer, de buenas a primeras “sí, vamos a mi casa a follar”, juro que antes busco la iglesia más próxima para encargar un Te Deum, de puro agradacimiento.

    Bromas aparte, todos llevamos un rol asignado y todos, dependiendo de la audiencia y el momento, adoptamos un papel u otro. A eso le llamamos adaptabilidad social, si mal no recuerdo.

    • Arola Poch
      Responder

      Sí, los roles de género nos sirven para ordenar la sociedad y facilitarnos las relaciones, no digo que no. Pero también limitan, como creo que en algunos casos pasa. Y algunos roles se van quedando obsoletos. Gracias por tu comentario!

  • jacksparrow
    Responder

    Bueno,estoy muy de acuerdo en que hay que vivir el momento y disfrutar del flirteo tanto como del sexo,y no verlo como un tramite para llegar a este.
    En los roles de genero difiero un poco,es verdad que la sociedad nos impone unos roles,pero creo tambien que como animales los machos y las hembras respondemos a diferentes instintos.
    Yo,como hombre y como experiencia personal,te puedo asegurar que una mujer nunca me a besado,y siempre he tenido que ser yo el que tome la iniciativa y el que se lanza(y el que se come una cobra de vez en cuando jaja).
    Soy bastante timido y poco lanzado por mi naturaleza como persona,pero si no hiciera un esfuerzo por ser «activo y directo»seguiría virgen jaja

    • Arola Poch
      Responder

      Gracias por tu comentario, Jack. Yo creo que la influencia como animales que somos está un poco difuminada ya por nuestro carácter social. Los roles sociales pueden tener un sentido y ser válidos en muchos casos, no te digo que no. Pero cuando limitan o señalan, entonces es cuando pienso que hemos de ir superándolos. Un saludo!

  • Esti
    Responder

    Hola, me ha encantado vuestra página web. Me la recomendó una amiga. Este verano unas amigas vamos a preparar un viaje a Indonesia, pues hemos visto videos en Youtube que son increíbles.

pingbacks / trackbacks
  • […] consigue con mentiras, con falsas adulaciones, con manipulaciones. Por supuesto tiene que haber un coqueteo previo y unos halagos necesarios. Pero de ahí a engañar a alguien – y a sus sentimientos – hay una diferencia. Lo que para uno […]

Dejar un comentario