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Hay varias cosas de mi profesión que me agradan, pero hay una que me encanta: las confesiones, muchas veces de forma anónima, que recibo. Me gusta pensar que es porque resulto cercana por mi forma de escribir, de hablar o de interactuar en redes. O puede que sea porque no juzgo los gustos de nadie. O simplemente porque escucho. La cuestión es que muchas personas me explican sus problemas, me plantean sus dudas o me confiesan sus fantasías. Y lo agradezco por la confianza que me transmiten y porque me permiten aprender sobre la sexualidad humana.

La imaginación no tiene límites, así que la lista de confidencias es larga. Pero hay una que, aunque no es la número uno, va apareciendo de vez en cuando y es la fantasía por hacer una felación por parte de hombres claramente heterosexuales.

Llegados a este punto, me gustaría lanzar un mensaje a los machos alfa que no puedan entender esa fantasía si no es tildando de maricón al protagonista o que se exclaman “uy yo solo de pensar en otra polla me pongo malo”. No sé si este artículo será de vuestro agrado, me parece que éste otro os gustará más: No solo a los hombres les gusta la felación (y otras confesiones femeninas)

Alfred Kinsey, pionero en la investigación sobre sexualidad humana, definió una escala de 6 puntos sobre la orientación sexual, siendo el 0 totalmente heterosexual y el 6 totalmente homosexual. Sus conclusiones fueron que la mayoría de las personas no se situaban en los polos de la línea continua. Aunque sus estudios estén ya algo desfasados, Kinsey sacó a la luz ya en los años 40 del siglo pasado, que hay mucha gente que tiene, en diferente grado, tendencias sexuales mixtas. Obviamente, que un hombre fantasee con hacer una felación no lo convierte en gay. Ni tampoco en bisexual. Una práctica concreta no define una orientación.

Vivimos en una sociedad falocentrista donde el miembro viril tiene un protagonismo importante. Representa la sexualidad, es símbolo de masculinidad e incluso, si me apuráis, de poder. El falo tiene cierto poder de atracción, tanto en mujeres como, lo reconozcamos o no, en hombres.

Las personas sexualmente abiertas tienden a buscar otras experiencias y llega un momento en que la idea de prácticas con parejas del mismo sexo empieza a tomar fuerza. Yo no creo que las mujeres tengamos un lado bi más desarrollado, con lo que defiendo que la curiosidad también alcanza a los hombres. Es señal de madurez y de empoderamiento sexual. Aunque con esto no quiero decir que si alguien no siente esas ganas de indagar no esté empoderado. Cada uno sigue su camino.

Pero resulta que la sociedad está llena de prejuicios que también afectan a la sexualidad masculina. Presiones varias entre las que se encuentra el que un macho que se precie no debe comer pollas. ¡Ni hablar! Y si lo hace, que sea en el más estricto secreto, que su hombría no sea puesta en entredicho. Me pregunto yo que tendrá que ver una práctica erótica con el concepto de ser más o menos “hombre”

Hay varones que se cortan, hay otros que se lanzan. Llamemos a estos últimos bicuriosos o heteroflexibles. O simplemente hombres liberados. Porque no solo las mujeres, también los hombres han de quitarse de encima tabúes y convencionalismos sociales.

Otra fantasía relacionada con ésta es la de hacer una felación a una persona transexual, es decir, que tenga pene y aspecto y atributos femeninos. He de reconocer que al principio me sorprendía, pero ahora me parece lógica. Se cumple el deseo de la felación manteniendo la atracción sexual hacia una mujer.

Si eres hombre heterosexual y fantaseas con hacer una felación, tranquilo, no estás solo. Y si ya lo has hecho, enhorabuena por avanzar en tu sexualidad porque es dar un paso adelante en tu autoconocimiento.

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  • basualtorodrigo
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    El reconocer gustos lejos de prejuicios, aunque en mujeres se da de igual magnitud, al menos en la sociedad donde vivo las mujeres experimentan la curiosidad con la misma convicción, llegando a los mas variados resultados. un aplauso a quienes se atreven.

    • Arola Poch
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      Coincido. Un aplauso a quiénes huyen de prejuicios y se atreven a experimentar según sus deseos. Gracias por tu comentario. ¡Un saludo!

  • Felipe
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    Buen artículo Arola (como de costumbre) e interesante debate que puede surgir. La sexualidad masculina sigue siendo tabú, llena de prejuicios y con demasiados clichés que sólo hacen remarcar que efectivamente se sigue en la era cuaternaria. Se ve «normal» que una mujer hetero haga un cunnilingus a otra, hasta se toma como una práctica lógica si ella quiere y con ello nunca perderá su feminidad; en cambio si un hombre hetero quiere hacer una felación o le apetece…mal asunto. Se sigue viendo la masculinidad en el sexo.
    Saludos.

    • Arola Poch
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      La sexualidad masculina tiene tabúes. La femenina también pero es cierto que nadie pone en duda la feminidad por determinadas prácticas. ¡Gracias por tu comentario!

  • Maryasexora
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    Cuando vi en Twitter que ibas a escribir sobre felaciones, no pensé en este enfoque, la verdad. Me ha sorprendido mucho y me ha encantado, todo sea dicho.
    Espero que sirva para abrirle los ojos a esos que son un poco cortos de mira…
    Besicos.

    • Arola Poch
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      Procuro buscar enfoques diferentes 😉 Me alegra que te haya sorprendido y gustado. ¡Gracias por tu comentario! Un beso.

  • scheherezadedom
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    El peso del qué dirán aún es excesivo. Preguntarse respecto a lo que uno le gusta y le apetece probar es un gran paso adelante para sentirse mejor con uno mismo. Quizás la forma de vivir esas fantasías que parecen no prototípicas de lo «conveniente» a tu orientación sexual sea dar con la persona adecuada que no te juzgue ni te catalogue ante ese hecho. Buena reflexión Arola. Un saludo

    • Arola Poch
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      ¡Qué bien verte por aquí, Scherezade! La sociedad nos ha llenado de prejuicios y es cuestión de ir quitándolos. Si es con la persona adecuada, será una gran ayuda. Claro que sí. ¡Muchas gracias por tu comentario!

  • Ruben
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    La verdad, siempre he tenido esa atracción con una transexual, pero claro, yo creo que esta ligado, al sometimiento a su vez.

    Por cierto, me considero hetero

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