Un vídeo con unos dos millones de visualizaciones en diez días creo que podemos considerar que ha tenido éxito (según los parámetros actuales). Pues exitoso ha sido un vídeo sobre padres explicando que es la masturbación a sus hijos. Publicado en YouTube y en Facebook, es obra del canal norteamericano WhatchCut y muestra a varios padres y madres explicando a sus hijas e hijos qué es y cómo practicar el onanismo. La reacción de los niños va desde el interés a la vergüenza.
Más interesante es la reacción de los usuarios de Internet – presumiblemente adultos – ante el vídeo. Tiene más opiniones negativas que positivas y con algunos comentarios tan dramáticos como “la erosión de nuestra moralidad y la corrupción de nuestros valores”.
Aquí tenéis el vídeo (en inglés).
https://www.youtube.com/watch?v=-0vPqxSVaG4
Hablar de masturbación – o de sexo en general – a los niños y niñas es positivo. No hay una edad idónea para empezar a tratar el tema, hay que hacerlo según el menor vaya teniendo curiosidad. O, si el niño no pregunta, sacar el tema con algún tipo de excusa (la madre de un amigo embarazada, por ejemplo, o una escena en la televisión). Obviamente siempre hemos de tratar el tema adaptado a la edad del niño, a su curiosidad y a lo que será capaz de entender. Volviendo al tema de la masturbación, puede que nuestro hijo o hija quiera saber qué es o por qué se hace, pero a lo mejor no es el momento de explicarle cómo llevarla a cabo.
Es en este punto donde el vídeo viral me parece que no acierta del todo. Presenta niños menores de 12 años y todos los padres siguen un guión similar. Explican qué es la masturbación, hay quién muestra cómo hacerlo y les presenta juguetes eróticos para adultos. También les preguntan a los niños y niñas si se han masturbado. Vayamos por partes.
La masturbación es un proceso natural y sano de la sexualidad humana. Los menores tendrán curiosidad y está bien que sepan qué es. No como en mi caso, que la primera vez que oí la palabra masturbación fue en una compañera de clase y quedé como tonta al no saber de qué estaba hablando. Hasta aquí, bien. Los adultos, en el vídeo, usan un tono muy adecuado: agradable, simpático y sin prejuicios. Pero como definición se queda un poco corta, la masturbación no es solo algo mecánico y centrado en los genitales, hay que ir erotizando todo el cuerpo. Por otro lado, me parece que hay que adaptar el discurso a los intereses del menor. Si el niño no siente curiosidad en cómo se hace, podemos dejar el tema ahí. Quizás a la niña que pregunta, le preocupa más su propio placer que ver gráficamente el movimiento que hay que hacer con la mano para la autosatisfacción masculina. En esta misma línea, habrá pequeños que entenderán qué son los juguetes eróticos y otros, no. De todas maneras, yo no haría un despliegue encima de la mesa de dildos y vibradores, creo que puede ser demasiada información no necesaria. Finalmente, no comparto que se les pregunte si se han masturbado, me parece que eso no aporta nada al valor educativo del vídeo y sí afecta a la intimidad del menor. Puedo entender que forma parte de la naturalidad del tema: si te has masturbado está bien, es natural, yo también lo hago. Pero no lo grabes.
Desde que hablo de sexo en Radio Nacional de España todas las semanas por la tarde (en horario infantil, podríamos decir), he oído algunos comentarios – pocos – llevándose las manos a la cabeza porque no se puede hablar de sexo a esas horas. “¡Pueden haber niños!”, exclaman algunos (por suerte no es una opinión mayoritaria). Los niños y niñas no se escandalizan al oír hablar de sexo. Somos los adultos quiénes lo hacemos y les transmitimos que eso no está bien. Ellos tendrán curiosidad y querrán saber. Y qué mejor fuente de información que los padres y madres y no los amigos o internet. Asi que sí, hablémosles a los niños y niñas de sexo, de masturbación, de la virginidad, del sexo oral y de lo que corresponda. Siempre adaptado a sus intereses y de forma que lo puedan entender. Al contrario de lo que algunos piensan, esto no hace que se despierten sus ganas de sexo, sino que provoca una mayor comprensión y una sexualidad vivida de forma más sana y positiva.
Mi primera vez fue a los 16 años. Mis padres nunca se hubieran atrevido a hablarme de algo tan pecaminoso como la masturbación. Los curas escolapios se encargaron de alimentar la confusión y el miedo al pronosticar una segura ceguera para los que cayéramos en semejante vicio, además de un negro futuro en los infiernos. Mientras, mis amigos comentaban felices cómo se masturbaban, y eso sólo provocaba en mí (que les mentía inventándome tremendas pajas) innumerables complejos. El primer día que me masturbé, la emoción fue tan indescriptible que lo hice 7 veces a lo largo del día… Estaba atemorizado por si ya no lo podía hacer nunca más.
Creo que aún hoy, tantísimos años después, sigo sufriendo las heridas que aquella no-educación produjo en mí. Culpar a mis padres sería sencillo, pero posiblemente injusto; en aquella época eran unos padres “normales”, no se salían de los valores tradicionales imperantes. Lo verdaderamente grave es que en el año 2017 siga habiendo padres a los que la sexualidad les escandalice. Labores de divulgación como la que haces tú, Arola, son impagables (aunque bueno, espero que te pague bien el ciudadano García, jeje…). Gracias de parte del niño inseguro y acomplejado que una vez fui.
Ay… la sexualidad controlada por el miedo… Cómo tú dices, eran otras épocas y todo hay que verlo en su contexto. Lo triste, como bien dices, es que hoy en día haya padres que sigan con un planteamiento similar. Muchas gracias por compartir tu mensaje y por escucharnos en RNE. ¡Un beso!
¡Que cierto es que los niños no se scandalizan con el sexo ,sino que lo viven con total naturalidad! Creo que ellos van por delante,cuando los adultos deciden que tienen que informar a sus hijos suelen llevarse una sorpresa porque no encuentran una pizarra en blanco sino una pizarra de la que deberían aprender.Otra cosa es dar informaciones puntuales que sólo con experiencia se pueden obtener.Yo aprendí de la sexualidad porque viví en un medio rural y bastaba con observar a los animales para ver el sexo como algo natural.Después vino la formación del miedo,y todo se complicó.
Hoy en día más que datos se necesita una mirada limpia y libre sobre el sexo.Esa es la mirada que tu aportas en RNE ,en todos tus escritos,en tus fotos de Facebbock,esas fotos de los domingos que son la evidencia de que eres una sexóloga seria y que sabes perfectamente trasmitir y explicar los valores imprescindibles para el sexo y para la vida.
Te felicito por ello,creo que contribuyes mucho más de lo que imaginas a auyentar viejos miedos y a hacernos felices.
Besos.
Muchas gracias por tu mensaje, Jose. Con mi trabajo quiero aportar esa mirada limpia y libre, como defines. Y jugar con la seriedad de los artículos y programas y la quizás ligereza de las fotos. ¡Porque la vida ha de tener un poco de todo! 🙂 Un beso y de nuevo gracias por tus bonitas palabras.
¡Gracias a ti!