Tenía ganas de tener el vibrador Seda G de Amantis.net. Le había echado el ojo un tiempo atrás por su diseño, prestaciones y buen precio. Así que cuando me llegó, rápidamente lo abrí y lo cogí. De tamaño discreto, líneas elegantes y tacto suave, no pude evitar recordar mi primer vibrador. Me lo regaló mi chico hace ya unos cuantos años y es un pene realístico, enorme y de una silicona que ya ha perdido su buen tacto. ¡Cómo han cambiado estos juguetes! Aunque siguen habiendo de formas reales, ahora hay una buena oferta con un diseño mucho más fino, más erótico, más sensual. Ese primer vibrador, que ya no uso, lo guardo con especial cariño. Significa mucho para mi. Hay quien tiene pendientes o gargantillas con valor sentimental. Yo tengo un enorme pene de silicona.
Pasada la ensoñación inicial, pregunté:
¿Tenemos pilas? No, de esas no. De las más pequeñas.
Teníamos cuatro. Con dos era suficiente. Se las puse a mi Seda G y comprobé su fácil funcionamiento. No hace falta ningún tipo de instrucciones. Un botón de encendido y otro para ir cambiando el modo de vibración (dispone de 6 diferentes). Tiene dos motores, uno en la parte principal y el otro en el pequeño brazo para estimular el clítoris. Me di cuenta también que el brazo pequeño, que está rematado con unos suaves filamentos, es altamente flexible. Algunos días después descubrí lo bueno que eso era.
Domingo por la tarde, tranquila en casa. ¿Qué mejor plan que probar mi Seda G? Lo encendí y empecé a estimularme el clítoris con él. La vibración era buena, me producía un agradable cosquilleo mientras mi imaginación volaba hacía otro sitio y situación. Cuando ya estaba más excitada introduje el vibrador en mi vagina. De tamaño adecuado y forma ergonómica, entró con facilidad y fue entonces cuando Seda G empezó a demostrar su valía. El brazo del clítoris (aquí fue cuando descubrí esas buenas cualidades) se ajustaba perfectamente a su lugar y función en todo momento, independientemente del movimiento que yo hiciera con el vibrador. Bendita flexibilidad. Y entonces llegó ella… la vibración intermitente. De los seis modos, ese me pareció perfecto. Empezó con unos toquecitos que me fueron estimulando y en el momento oportuno en que mi cuerpo pedía más, pasó a una vibración continua y más intensa. De golpe paró y volvió a empezar, incrementando las sensaciones. Objetivo orgasmo: ¡conseguido!
Seda G es un vibrador de calidad, con un diseño muy cuidado y unas muy buenas prestaciones. Tiene un precio muy adecuado y nada que envidiar a otros vibradores más caros. Manejable y no demasiado grande puede servir bien a quienes nunca hayan tenido un vibrador, aunque su buen desempeño lo hace recomendable para cualquiera que quiera pasar un rato placentero.
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