Feromonas para una cita

He llevado a cabo un experimento de resultados no válidos pero que igualmente os voy a contar. Para comprobar si eso de las feromonas tiene algún efecto y aprovechando que la tienda erótica Comprar Placer me había enviado un perfume que, además de buen olor y de venir en un envase monísimo, tiene esa substancia añadida, decidí usarlo en tres momentos diferentes. En una noche de cena con mi chico, en una primera cita presencial con alguien que conocía de las redes sociales y en una reunión de trabajo para un proyecto. Aunque, obviamente, el objetivo final en cada caso era diferente, sí buscaba en todas las ocasiones “triunfar”.

Las feromonas son sustancias o compuestos químicos que se liberan, tanto en animales como en humanos, en forma de sudor u otro tipo de secreción que provocan reacciones en otros. Se detectan a través del sistema olfativo, especialmente del órgano vomeronasal. Fue en 1959 cuando el bioquímico alemán Peter Karlson y el entomólogo suizo, Martin Lüscher, le pusieron nombre a la hormona, basados en el griego pherein (transportar) y hormone (estimular).También podríamos llamarlo comunicación química.

Entre las funciones comunicativas de las feromonas, se encuentra la de atraer sexualmente a otros miembros de la especie. Pero no solo sirven para eso, en animales se han identificado, entre otras, también feromonas de alarma (avisan de peligro) y territoriales (marcan territorio). Aunque son las primeras las que más llaman la atención, especialmente en lo que respecta a humanos, donde han generado numerosos estudios y debates. Porque… ¿tienen efecto las feromonas en humanos? ¿Realmente intervienen en la atracción sexual? Algunos estudios aseguran que sí, que hay determinados casos en que ha habido reacciones debido a la percepción de ciertas substancias. Por ejemplo, ciertos trabajos concluyeron que las personas liberamos substancias que informan al otro de su sexo o que los hombres que olían las lágrimas de una mujer veían reducido su apetito sexual. En cambio, otros estudios dicen que somos seres racionales, que tenemos otras formas de comunicarnos y que las feromonas han perdido esa función animal. Imaginaos que realmente segregamos ese elemento seductor, seguro que un mal gesto, unas desafortunadas palabras, una fea conducta anulan cualquier tipo de efecto subconsciente.

Y ahí estoy yo con mi experimento. Pues sin entrar en demasiados detalles (lo sé, os encantaría pero no vienen al caso), he de decir que en las tres situaciones los resultados fueron positivos. El proyecto sigue en marcha, mi primera cita presencial resultó muy “interesante” y con mi chico… fenomenal. Ya lo he dicho al principio, esto no demuestra absolutamente nada, más allá de que a mi me funcionó. También es posible que se trate de un efecto placebo por el cual esos perfumes pueden ayudar a sentir mayor atractivo personal, mayor seguridad y confianza en uno mismo. Todo esto se traduce en autoestima y en una determinada actitud que es, al final, un factor fundamental en el éxito en cualquier tipo de relación.

Quizás fue el perfume, quizás fueron las feromonas. O quizás no. Pero ahí tengo yo el botecito y me acordaré de él en esos momentos necesarios.

Ah, también hay perfume de feromonas para hombres.