Hay una película de temática BDSM (Bondage, Dominación, Sadismo/Sumisión, Masoquismo) que seguro algunos habréis visto: Secretary. Pues bien, en Secretary hay una escena de spanking, quiénes hayáis visto el film probablemente la recordaréis, que me fascina. Y no por los azotes en si, sino por la intensidad del momento y lo mucho que transmite de intimidad compartida esas manos finales que se acarician. Porque el spanking no es solo azotar hasta que duela el brazo o el culo, va más allá de eso.
Spank o spanking, en la terminología sexual, se usa para denominar la práctica del azote erótico. Se conoce también como spankofilia. Hay dos roles muy claros: el azotador (spanker, en el argot) y el azotado (spankee). También existe el spanko, que sería la persona que gusta de ambos roles, aunque no es lo usual. La imagen habitual que tenemos del tema es el de una mujer azotada en las nalgas por un hombre. Es una idea estereotipada: se puede azotar todo el cuerpo (con el instrumento y la intensidad adecuados) y hay spankees tanto masculinos como femeninos.
Al hablar de azotes lo primero que nos viene a la cabeza, como es lógico, es la parte más física del asunto. Pero el spanking tiene mucho de juego mental. Se ha de establecer un vínculo emocional entre los participantes y, es más, sin él no tiene sentido. Así opina Francisco Pérez, experto spanker que imparte talleres sobre el tema. Su descripción del spanking es altamente clarificadora: “Mi objetivo como spanker es trasladar mi pene a mi mano. Y tu culo es tu vagina”. Sí, el spanking es un acto sexual en si mismo, sin necesidad de que intervengan los órganos genitales, pero igual de profundo e intenso.
Me cuenta Francisco (su nick en Fetlife es Azotador) que en su caso una sesión de azotes empieza con ambas partes eligiendo la postura y el instrumento. Los diferentes utensilios, provocan diferentes dolores y sensaciones. Depende del vínculo que se quiera crear se puede usar uno u otro. Lo más íntimo es la mano, piel con piel. Progresivamente se va aumentando el ritmo y la intensidad, vigilando dos cosas: que no se desconecte el instrumento de la mano y que no se pierda el ritmo. “Si se rompe el ritmo, se rompe la magia”. Se va creando una conexión psicoemocional a través de los azotes. La sesión finaliza cuando se llega al éxtasis o cuando, tras un pico elevado de intensidad ésta va bajando, se busca el momento antes de que ésta baje del todo. Se reduce gradualmente el ritmo y la intensidad hasta finalizar el juego.
Hay variantes dentro del juego: el spanking erótico (algunos azotes antes o durante el coito), el spanking disciplinario (como castigo), el autospanking (ambos participantes no están físicamente juntos, así que el spanker ordena a distancia y el spankee se autoaplica), el spanking de relajación (sin erotismo ni disciplina, azotes suaves con ritmo para conseguir un cierto estado de paz y tranquilidad). Se puede vincular a un juego de rol, atar a la persona azotada, usar instrumentos o sin ellos… Se trata de encontrar el placer del dolor y de generar la necesaria intimidad.
Todo azotador necesita alguien a quién azotar
Patty Potter es spankee y coincide en la visión de un vínculo emocional entre los participantes. Ella opta por el spanking disciplinario, es decir, que sea por un castigo. Y define dos situaciones: por juego (ella provoca en cierta manera para conseguir los azotes) o por un castigo real (en una relación con la persona que amas, ésta te castiga por algún error cometido en tu vida diaria). En el primer caso, hay una lucha por el control de la situación que deberá ganar el spanker para reducirla y empezar la tanda de azotes. En el segundo, hay resignación. En ambos casos los azotes le provocan un cúmulo de sensaciones, todas muy intensas, pero que pueden ser muy diferentes según la circunstancia que los ha generado. Desde miedo a vergüenza; desde desafío a protección; desde dolor a relajación; desde excitación a amor. Finalmente, llegará el merecido «aftercare» (el momento de cuidado tras una sesión), Patty nos lo describe como un momento en que “ya está todo calmado, no hay más tensión, es el momento del cariño, un beso dulce en los labios, un abrazo, el spanker pone crema para calmar el dolor físico. Ya de por sí, esto es una relación sexual completa. Pero algunas de las veces, más en los casos de spanking como un juego provocador, puede acarrear una respuesta sexual genital y apetecer, como complemento extra, continuar con una relación coital. Pero realmente el juego acaba con la crema y el abrazo”. Y durante los días siguientes están las consecuencias de la sesión: marcas en el culo, dolor al sentarse. Son huellas que rememoran el juego y acostumbran a ser muy excitantes para el azotado.
Vinculado, pero no siempre, al BDSM
El spanking es un juego que se vincula al BDSM pero también puede no tener relación con el mismo. Por ejemplo, no todos los spankees son sumisos/as, algunos pueden gustar de las sensaciones de los azotes sin más. Francisco, además, me aclara que en este juego los dos controlan la situación. El spanker ha de saber leer la respiración y los micromovimientos del azotado.
Por supuesto, es ésta una práctica en la que se ha de ser muy consciente de cómo y con quién se juega. Para empezar hay que saber pegar. Para ello hay talleres donde se puede aprender la técnica y el uso de diferentes instrumentos (aunque ya hemos visto que el spanking no es solo eso). Lo más básico, me recalcan, es la salud mental y el sentido común. Porque recordemos, si bien no hace falta, que todo esto es siempre consensuado y voluntario entre personas adultas.
Para rematar el asunto y cambiando de enfoque, hay un doctor en Siberia que emplea el azote con fines terapéuticos. Lo usa como tratamiento contra depresiones y adicciones por el efecto de las endorfinas liberadas tras los golpes. Sus pacientes dicen estar encantados con los resultados.
El spanking no es solo dolor, son sensaciones.
Estoy de acuerdo con lo que dices Arola. He visto la película hace poco y tengo una crítica pendiente. Lo que más me gustó es esa conexión de la que hablas, desde luego va mucho más allá de lo físico.
Totalmente, quedarse en lo físico entiendo que tiene poca gracia. Es el juego, el vínculo, las sensaciones, la emoción lo que genera la excitación. La sexualidad tiene mucho de psicológico. Gracias por pasarte por mi blog y dejar tu comentario. ¡Un beso!
Uau que completo!
¡Muchas gracias! 🙂
Para mí el término no sería «conexión emocional» sino «carga erótica».
Por otra parte, quizá no deba existir formalmente un/a Dominante y un/a sumiso/a BDSM, pero eso roles existen de hecho. Precisamente esos roles se dan naturalmente en la película objeto de esta entrada y en mi opinión el morbo está justamente en esa naturalidad.
Saludos
Claro, cada uno puede vivir la práctica erótica como más le guste. Y quien prefiera vincularlo a D/S pues genial. Y quien no, pues también genial 😉 Gracias por tu comentario!!! Un beso
Extenso y gran comentario como siempre aprendo contigo,no conocia yo tantas cosas sobre este tema,no es una cosa que me atraiga y practique pero como tu dices,mente abierta y respeto a que cada uno disfrute del sexo y de se su cuerpo como quiera,eres grande arola,gracias por existir y ser como eres
Gracias a ti, Pedro. A mi me gusta eso, conocer los temas, ampliar el punto de vista. Luego, lógicamente, cada uno escogerá la práctica que más le guste. Un beso!
Me encana azotar, tengo una amiga que incluso puede llegar al orgasmo. Es algo tanto fisico, como psiquico . La pelicula esta muy bien.
Gracias por tu comentario, Bond. Un saludo!
¡Vaya! La de cosas que he descubierto hoy leyendo el post.
Reconozco que ando muy perdida con el spanking y ni conocía la película, que ya la tengo apuntada en pendientes, ni sabía de la existencia de tantas variantes dentro de esta práctica.
Un post completísimo. Felicidades y gracias por toda la información que nos aportas.
Besicos.
Gracias a ti por pasarte frecuentemente por mi blog. Me alegra un montón oír que te he aportado información nueva. ¡¡¡Un beso!!!
Una película preciosa me la recomendaron hace muchos años en un videoclub cuando iba con mi sumisa y sabían que nos iba a gustar… trata el tema con la profundidad que da el no estar cargada de morbo superficial ni porno.. es la profundidad del sentimiento de sumisión y no de los actos
A mi personalmente no me motiva demasiado, pero hablo de la inexperiencia. Me has dejado muy flipada con el spanking como prescripción médica!!
Besitosss
Me ha encantado el artículo, creo que refleja muy bien lo que significa el spanking. A mí me atrae especialmente el spanking, y quería destacar aspectos dentro de una sesión de azotes como es la indumentaria: un tipo de ropa interior especial, una faldita de colegiala, unas zapatillas, un cinturón… Gracias por tu artículo Arola! Besos y azotes.
Gracias por tu aportación. Un saludo!
Muy bueno Arola. Confirmo plenamente casi todo desde mi corta experiencia. Son mucho más que azotes. Enhorabuena por el post.
Muchas gracias por tu comentario. Un saludo!