Me gusta responder tests. Confieso que incluso esos chorras de las revistas sobre a qué tipo de hombres atraes o cómo de bueno es tu karma. Así que cuando me topé uno para medir la inteligencia sexual me lancé de cabeza. Si buscáis encontrareis diversas variantes. No pongo la mano en el fuego por la fiabilidad de ninguno de ellos, pero sirven para hacernos una idea de qué es la inteligencia sexual.
¿Y qué es?
Es valorar la vida sexual y dedicarle el tiempo y el esfuerzo suficiente, tanto como a otras tareas de nuestra vida cotidiana.
Es explorar y descubrir la satisfacción, la propia y la de la pareja. Es recibir y dar placer,
Es conocer lo que gusta y ponerlo en práctica.
Es saber huir de estereotipos.
Es sentirse libre y tomar la iniciativa sexual.
Es hablar con naturalidad de sexo.
Es aceptar que nuestra sexualidad pasa por diferentes momentos a lo largo de la vida.
Es entender y valorar la sexualidad como un aspecto más de nuestra existencia y de nuestra personalidad.
En contraposición, ¿qué no es?
No es el número de veces o la frecuencia que se practica el sexo. No hace falta probar todas las posturas del kamasutra.
No es hacer las cosas más singulares ni probarlo todo o estar siempre dispuesta/o.
No es pensar solo en tu propio placer o en tus propios intereses.
No es dejarse llevar por ideas preconcebidas.
No es autocensurarse o avergonzarse de lo gustos propios.
No es cantidad, es calidad. Tu calidad.
La falta de información y los prejuicios asociados a mitos populares o a creencias religiosas pueden ser las causas de una baja inteligencia sexual. Por lo tanto, la educación es clave para ir mejorando esta capacidad.
La inteligencia sexual nos define como mejores amantes y se relaciona directamente con nuestro nivel de satisfacción en la cama (o donde sea que lo hagamos). En el fondo, llamémosle inteligencia o simplemente – que no es poco – vivir y ver la sexualidad de una forma positiva, sana y libre.
Venga, que os está apeteciendo medir vuestro intelecto. ¿No os pica la curiosidad? Aquí os dejo algunos enlaces. Que los disfrutéis. Y sobre todo, disfrutad del sexo… inteligentemente.
Test para medir tu inteligencia sexual
También soy inteligente, pero los test valen para chicos?
Un saludo, un placer leerte, besos
Bueno… me parece que deben tener la misma validez para mujeres que para hombres 😉
me considero inteligente secualmente, y estoy totalmente de acuerdo con que la educación es indispensable para cualquier ámbito de la vida, pero para este muchísimo.
Feliz jueves y muchos besos!!
¡No dudo que lo seas! Y sí, debemos seguir aportando nuestro granito de arena en educar en este ámbito. Un beso, guapísima.
Interesante reflexion arola,yo si me considero inteligente sexualmente,y abierto a probar cosas y a aprender y compartir gustos sexuales,
La apertura mental es fantástica. Para probar, para conocer y para respetar. Eso ya dice mucho de la inteligencia (y no solo sexual). Gracias, Pedro. Un beso 🙂
Anda! me sale que yo también, bien!!!!
Nunca me canso de decir que es indispensable una buena educación sexual, a día de hoy, sigo escuchando algunas cosas que me dan ganas de llorar…
Besicos
¡Olé! !Otra con puntuación alta! Aunque viniendo de ti, no esperaba menos 😉
Quienes nos movemos en este ámbito hablamos del tema sexual muy inteligentemente y quizás esta reflexión suene algo obvia. Pero como comentas, se oyen por ahí ciertas cosas que demuestran que sigue faltando mucha educación. Seguiremos en ello. ¡Gracias por tu comentario! Besos 🙂
La capacidad de hablar, negociar, aprender y empatizar en las relaciones sociales. El sexo no es sólo follar, comer o mamar. Es descubrir y enseñar; transmitir y entender;…
El sexo es mucho más que unas prácticas concretas, claro que sí!!! El sexo es relacionarse, es entender, es compartir, es comunicarse… Entender y vivir todo eso es inteligencia sexual. Gracias por tu comentario.