Llegué a la cafetería de su hotel sólo 15 minutos tarde. No es mucho para mi, no lo hago a propósito, soy «optimista de tiempo». Sorprendentemente Pablo no estaba allí, «qué bien, por una vez no sabrán que la puntualidad no es mi fuerte» pensé y me pedí una copa de vino para calmar los nervios.
Al poco tiempo llegó, seguro de sí mismo, más guapo que en la foto de perfil, unos años mayor que yo, tez morena, cabeza afeitada, algunas arruguitas en el exterior de los ojos, cuerpo musculado por el deporte y esa maldita sonrisita de madurito interesante que ya me había cautivado desde la pantalla de mi ordenador.
Fue nuestro primer encuentro, hasta entonces solo nos conocíamos con un teclado de por medio. Tras una media hora de animada charla, se hizo un breve silencio, nos miramos intensamente y Pablo, sin dejar de clavar sus ojos en los míos, sacó algo del bolsillo de su cazadora, «Arola, te he traído un regalo. Si no te gusta no lo aceptes, que no me molestaré en absoluto. Pero si lo aceptas, este bonito obsequio marcará el resto de la velada».
Aquellas palabras, dichas en un tono dulcemente dominante, me pusieron tan nerviosa como agradablemente excitada. Abrí el regalo intentando disimular el temblor de mis manos. «Ohhh» exclamé: «unas preciosas pulseras/esposas de Bijoux Indiscrets«.
Levanté la mirada hacia su rostro con la intención de rechazar su regalo, no me considero sumisa. Pero aquella irresistible sonrisa, la excitación que llegaba ya a mis partes íntimas y la belleza de aquella joya se confabularon para hacerme decir «¿subimos a tu habitación y me las pones?»
Switch: Dentro de la terminología usada en la cultura BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo), se denomina switch a la persona que gusta de ejercer ambos roles en sus relaciones, es decir el rol dominante o activo y el rol sumiso o pasivo, dependiendo del momento y de la otra persona con la que se relaciona en esa situación (Wikipedia)
El collar era el complemento perfecto. Elegante, discreto y, sobre todo, una declaración de intenciones. Así debió apreciarlo también Unai que fijaba su mirada en él.
Me presentaron a Unai nada más llegar a la fiesta. Veintitantos, moreno, ojos oscuros, mirada brillante, con un cuerpo bien trabajado y simpático. Tras un rato de animosa charla, advertí el sutil movimiento hacia abajo de su cabeza para mirar mis zapatos de tacón alto. Crucé las piernas y empecé a jugar con uno de ellos balanceándolo en la punta de mi pie izquierdo.
De forma inocentemente intencionada se me cayó el zapato al suelo. Sin pensárselo demasiado, se agachó a recoger mi objeto fetiche, momento que aproveché para levantarme y pisar su mano con mi pie descalzo. Esos segundo en que permaneció inmóvil, cabizbajo, fueron suficientes para saber que sí, que esa noche Unai iba a acompañarme en mis juegos eróticos más perversos. Retiré mi pie y entendió el mensaje.
Me colocó el zapato con una elegante caricia y levantó ligeramente la cabeza. Entonces cogí el mango de mi collar-látigo de Bijoux Indiscrets y deslicé suavemente las cadenas por mi mano izquierda, clavando mi mirada dominante en él. El roce de los eslabones y su inequívoco significado me resultaron muy eróticos. En la cara de Unai percibí que compartíamos sensación y deseo.
Me levanté y con voz dulce pero firme le ordené: “sígueme”.
Switch ON!!
Me flipan esas pulseras esposas!!! La semana que viene es mi cumple y ya he dejado caer la indirecta-directa de que las quiero!
Besitossss guaoa!
Son muy chulas las pulseras, tienes buen gusto. Aunque yo tengo debilidad por el collar látigo 😉 Espero que capten la indirecta!!! Besos!!!
A mi me flipa más lo bien que te sienta esa falda de cuero… 🙂
Jaja Gracias!
Me encantan, las dos experiencias, pero sobre todo la escena de la segunda historia, donde aprovechas a pisar la mano con tu pie descalzo, que ha hecho volar la imaginación, es que si eres fetichista no lo puedes evitar, también colocaría el zapato com mucha delicadeza y sensualidad…por supuesto después de eso ta acompañaría a cualquier parte?
Por cierto voy a apuntar lo de «optimista de tiempo » ☺️ En eso nos parecemos por lo que se ve, es buena frase la usare. Me encanto el post besos???
Es que esos dos detalles están dedicados especialmente a los fetichistas 😀 Me alegro que te hayan gustado. ¡¡¡Gracias!!!
Muy buenas historias!!!! y ese ombliguete, que parece que nunca ha roto un plato….jajaja, pequeñito, pero matón!!!! Un saludo!!!!….ah, y dice mi dedo, que otro para tu ombligo jejeje.
¡Esas fotos estaban pensadas especialmente para mis queridos fetichistas de ombligo! Menos mal que alguien se ha dado cuenta jeje Mi ombligo dice gracias por el beso 🙂
jajajaja, De otra cosa no me daré cuenta, pero si hay ombligos de por medio….no se me escapa ni uno!!!!
Una pequeña referencia a las dos joyas, que son una autentica maravilla. Pero una gran referencia a las dos vivencias con ellas… como siempre querida Arola eres fabulosa.
Feliz lunes y a tope con la semana. Besinessss
Dos posibles vivencias, son ficción pero quién sabe si algún día… Gracias a ti, guapísima. ¡¡¡Un beso grande y feliz semana!!!
Yo he visto y he tenido en mis manos, la pulsera-esposas, pero no conocía el collar, y ahora ya me has picado…
Espero que sigas disfrutando de estas «joyas eróticas» y nos lo sigas contando.
Besico.
Las pulseras-esposas molan. Pero yo tengo debilidad por el collar-látigo. Si cae en tus manos, ya me dirás 😉 Besos!