¿Qué pasa en una fiesta de fetichismo de pies?

Es normal que cuando alguien lee que hay un evento llamado  Spanish Foot Fetish, se pregunte ¿y eso de qué va? ¿qué pasa allí? He recibido varios mensajes pidiendo más detalles. Están desde los que se piensan que es una especie de conferencia teórica, hasta quienes piensan que se trata de una orgía con mujeres contratadas. Pues ni una cosa ni la otra.

Hay en este país muy buenas fiestas de temática BDSM, fiestas swingers y otros tipos de encuentros con connotaciones sexuales. Pero desde siempre los muchos varones fetichistas de pies se han dividido en dos grupos, los más afortunados que han encontrado una pareja que se muestra comprensiva con su fetiche y los que sólo han podido desarrollarlo viendo fotos, vídeos o visitando a alguna profesional.

En algunos países como Brasil, EEUU o Inglaterra, hay grandes clubs privados que celebran famosas fiestas Foot Fetish. Pero dichos clubs, como es lógico, las organizan con un afán económico, acuden modelos contratadas y si el mero hecho de acudir no es barato, el acceder a los pies de dichas chicas suele suponer extras que están al alcance de pocos bolsillos.

El año pasado nos liamos la manta a la cabeza y nos lanzamos a organizar un evento en el que se «normalizara» el fetichismo de pies. Una fiesta que no tuviera un objetivo comercial, a la que no acudiera nadie cobrando, donde tanto chicos como chicas viniesen a disfrutar y a pasárselo bien, cada uno de la forma que más le apeteciese. Sabíamos que la organización era un riesgo, no existen clubs de fetichistas, ésta es una afición que casi todo el mundo vive en soledad o como mucho en el anonimato de las redes sociales. Pero el objetivo merecía el riesgo y el resultado fue tan gratificante que nos dejamos convencer fácilmente para organizar este año la 2ª edición.

Dicho esto, voy a intentar poneros en contexto para que os hagáis una idea de como se desarrolla la fiesta. Imaginaos el escenario: 30 de mayo, un chalé con piscina en la Costa del Sol y una fiesta que empieza a las 11 de  la mañana. Pues lo primero que veremos será a chicas guapas tomando el sol mientras  afortunados fetichistas se esmeran, con mucha delicadeza, cariño y respeto en darles un buen masaje de pies para que su relax sea total. El año pasado había algunas tan felices en esa posición, que hubo una que llegó a tener al mismo tiempo a cuatro masajistas, uno para cada pie y mano, pero por supuesto cada chica está en su derecho de elegir con quien comparte la experiencia y cuando. Basta con un simple «ahora no gracias» para que los asistentes masculinos respeten su decisión de dejar descansar sus pies. Se trata de que todo el mundo disfrute y nadie se sienta mínimamente agobiado.

Hay quien me ha pedido poder ver fotografías de la pasada edición. Eso no es posible porque las fotos no están permitidas en la zona de juegos comunes. Al igual que sacar teléfonos móviles o dispositivos similares. La privacidad hay que respetarla al máximo.

Repetiremos la ceremonia de la «bajomesa», un gran acierto de la pasada edición. Tras la barbacoa y mientras la señoras hacen la sobremesa, los que lo deseen se tumbarán en el suelo, cual alfombras, para que reposemos nuestros pies sobre sus cuerpos o rostros. Nótese que hablo de señoras y fetichistas varones, la edición pasada  fue así, pero cualquier tendencia es gratamente recibida y me consta que este año vienen alguna chica y algún chico fetichistas de pies masculinos.

Por la tarde habrá momento para el arte ya que haremos una pintura mural con las huellas de los pies de las asistentes, gracias a Love is Art. El resultado se sorteará entre los interesados. Habrá una entretenida demostración de juguetes eróticos a cargo de Andalucia Tupper Sex que asesorarán a los asistentes sobre los productos que deseen conocer. También podremos asistir a un par de interesantes charlas sobre fetichismo.

Al igual que el año pasado se batió el récord de España de multitrampling (varias personas, hasta siete se vieron, subidas a la vez encima de un fetichista), en esta edición nos hemos propuesto batir el récord de la mayor alfombra humana. Seguiremos con más juegos de trampling, adoración, pintar las uñas a las señoras que lo requieran y por supuesto, con interesantísimas y sanísimas conversaciones sobre este fetichismo. El año pasado hubo chicos que me dijeron que el mero hecho de «salir del armario» durante un fin de semana y hablar abiertamente de este tema que tanto les gusta, sin autocensurarse ni que nadie le mirase con cara rara, merecía la pena haber hecho tantos kilómetros.

Después de la cena, cuando todos los asistentes se conocen bien, el ambiente se vuelve especialmente distendido y ya cada uno disfruta en grupos amplios, reducidos o parejas según su deseo, como en cualquier tipo de fiesta entre buenos amigos.

Entonces, ¿qué pasa en una fiesta Spanish Foot Fetish? Pues lo que cada uno quiera que suceda. Aunque hay cosas que sí podemos garantizar: el buen ambiente, el respeto, la apertura, el compañerismo, el conocer gente estupenda que comparte un mismo fetiche y una jornada agradable que puede llegar a ser muy placentera.