Que no, que un desnudo no es ofensivo

«Maria Magdalena en la cueva» de Jules Joseph Lebvre (1876)

Hace relativamente poco una frase tituló algunas noticias: “el torso desnudo no tiene por qué ser una cosa ofensiva”. ¿De verdad es necesario especificar esto en pleno siglo XXI? ¿De verdad alguien se molesta por ello? ¿De verdad es tan destacable? Estas palabras fueron dichas en un juicio por un presunto delito contra los sentimientos religiosos por la acusada, que se quitó la camiseta y se quedó en sujetador (ojo, ni tan siquiera con los pechos al descubierto) en un centro católico.

Cansa un poco, por repetitivo, tener que estar diciendo a estas alturas que un desnudo en si mismo no es obsceno. Depende mucho de la actitud de quien lo hace y, aún más, de quién lo mira. Pero parece que sigue siendo necesario decir obviedades. No sólo por este episodio reciente. Recuerdo, por ejemplo algunos reportajes, que aparecen habitualmente en verano, sobre playas nudistas y donde parece necesario especificar que los usuarios van sólo a tomar el sol y bañarse. Como también llegan a causar vergüenza ajena ciertos comentarios de lectores ante noticias sobre desnudos y más si son femeninos.

El desnudo siempre ha tenido un lugar en el arte, desde la prehistoria, bien reflejando los estándares de belleza de cada época, bien buscando el ideal de perfección. También hay un desnudo erótico, por supuesto, pero es sólo una faceta más. Entonces, ¿por qué relacionarlo siempre con una única faceta? Vincular el desnudo al sexo es hacer una relación tan simple como inexacta. Además, bien mirado, asociar el sexo a algo sucio es también erróneo. ¡Cómo puede ser sucio el placer, el dar y el recibir, la unión de dos cuerpos, ese momento de intimidad!. Y ya entonces, hacer la regla de tres por la cual el desnudo es también algo indecente es, eso sí, ofensivo, obsceno, insultante… Tan insultante como que en la reciente visita a Roma del presidente iraní, el gobierno italiano ocultó muchas de las esculturas que muestran desnudos para no molestar al visitante. Dijeron que fue por respeto a su cultura. ¿Qué cultura es esa que fuerza a esconder el arte?

La revista PlayBoy, que desde 1953 deleitaba los ojos de muchos y muchas con modelos y famosas despojadas de toda prenda, se renueva y a partir de marzo de 2016 saldrá al mercado sin incluir fotografías de desnudos. Sí publicará imágenes de mujeres en poses provocativas porque, según dicen, es más actual y más moderno. Y vende más. Ahí lo dejo.